Recordemos que dos cajas de documentos aparecieron semiquemados y desperdigados en la zona del “botellón” y, como confirmó la misma Alcaldesa, procedían del Servicio Municipal de Obras y Urbanismo que recientemente ha estado en obras, aunque no especificó el cómo llegaron al lugar. Lo que resulta imposible de creer es que empleados del Ayuntamiento decidieran por cuenta propia “desalojar” los documentos oficiales de las dependencias municipales, trasladarlos hasta la zona de “El Divino” y prenderles fuego, es de suponer que alguien habrá tenido que dar las órdenes oportunas.
Datos personales y fiscales de facturas, precios de los productos, direcciones y nombres propios en informes policiales son algunos de los datos a los que ha podido tener acceso el público y que deberían seguir custodiados en dependencias municipales, al menos durante cinco años. Otro de los aspectos que les preocupa es la posible vulneración de la Ley de Protección de Datos a los que obliga la ley, máxime a las administraciones públicas.
En concreto uno de los empresarios se personó en el lugar con su abogado y su asesor fiscal para comprobar estos extremos, viendo que eran ciertos y tomando varias fotografías como pruebas por si decidiera emprender acciones legales en el futuro.
