No sabemos en qué pueblo estaría pensando María Luisa Faneca cuando hizo el balance del recién concluido 2010, parecía que no hablaba de Isla Cristina.
La Alcaldesa isleña ha realizado, a través de “sus medios de comunicación”, una visión personal y subjetiva de lo que ha sido, para ella, este 2010 que acaba de concluir. Lo lógico y normal, lo democrático y transparente sería que permitiera lo mismo con el resto de los partidos, es decir, que facilitara que esos mismos medios que controla emitieran los respectivos balances de la oposición, pero sabemos que esto no va a ocurrir.
Y aunque los Andalucistas ya tenemos preparado el balance político anual, elaborado con la aportación de muy diferentes sectores de la sociedad isleña, y que próximamente daremos a conocer públicamente, no podemos, ni queremos dejar pasar la oportunidad de opinar sobre lo dicho por la Alcaldesa en su alucinante disertación.
Entre otros temas, volvió a hablar de un PGOU elaborado, ideado, diseñado y aprobado, en tres de sus cuatro fases y en un 99%, por los Andalucistas, ya que el 1% restante, en el que se encuentra, por ejemplo, la compra del solar del antiguo Teatro Gran Vía o las recalificaciones de terrenos, y la aprobación “definitiva”, fue lo que gestionó Faneca.
Simple y llanamente “de risa” y rozando lo ridículo cuando llegó a decir que “hemos pasado de no tener nada a tener de todo”. Sin comentarios, es la misma afirmación la que descalifica a la que la hace por absurda. También habló sobre un Tanatorio construido sobre terreno público pero que no será municipal, sino de una empresa privada que lo gestionará hasta el año 2060, del edificio del Conservatorio de Música, ya diseñado por los Andalucistas pero cambiado de lugar por los socialistas, edificando un “mamotreto” que oculta el Teatro, una Guardería Municipal que nos correspondía por superar lo 20.000 habitantes y que hubiera sido construida de todas formas, gobernase quien gobernase o el presuntuosamente llamado “Pabellón de Muestras y Exposiciones” que no es otra cosa que una gran nave de hormigón edificada sobre unos terrenos calificados, por entonces, como “dotacional-deportivo” y que ha venido a “taponar”, hasta la tercera planta, las vistas de un edificio contiguo.
Otro de los colmos es cuando se intenta, porque no lo consigue por mucho que lo repita, adjudicarse las obras de la “Casa Román Pérez” o la “Residencia de Mayores Pato Azul”. En estos dos claros ejemplos se ve la obsesión por apoderarse de proyectos que ni ha diseñado, ni proyectado, ni por supuesto ejecutado.
Como hemos anunciado, en el balance Andalucista hablaremos pormenorizadamente de otros supuestos proyectos socialistas, de ahí que no nos recreamos en estos momentos (Garum, Parque Empresarial, problemas pesqueros, desgobierno municipal, deudas millonarias, etc.) Pero sí queremos hacer referencia a lo que la Alcaldesa llama “proyectos esperados e ilusionantes” cuando se refiere a las carreteras desde la autopista y el tan publicitado puente sobre la Ría Carreras. En algo sí coincidimos con Faneca, en lo de “esperados”, exactamente 10 años “esperándolos”: la carretera desde la A-49, bordeando Pozo del Camino y desembocando en un doble puente. Y, ahora, a cuatro meses de unas elecciones, otras elecciones más, vuelven con lo mismo, pero no anuncian la construcción, no, anuncian el “encargo del proyecto” a una empresa que, según el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) no lo tiene que entregar hasta mediados de 2012, después habrá que buscar el dinero y construirlos. Otra tomadura de pelo más.
Después incluye entre sus “logros” las Banderas Azules, cuando Isla Cristina las consigue desde que se instauraron (hace más de 15 años). Como medida para “desestacionalizar el turismo” no habla de programas en profundidad, como los que pusieran en valor los Andalucistas posibilitando la construcción de seis hoteles, la construcción de infraestructuras diversas o la puesta en marcha de proyectos específicos para el sector turístico. No, la Alcaldesa, no sabemos si ingenuamente o con todo el conocimiento de lo que dice, “vende” como medida ejemplarizante para recibir turistas todo el año el “cambio de día del mercadillo”, de los jueves a los domingos.
Por último, María Luisa Faneca, sin ruborizarse, se atribuye méritos y premios que no le corresponden, como el otorgado al Instituto “Padre J. Miravent” sobre Promoción de la Cultura, de la Paz y Convivencia Escolar. Pero este hecho no debería sorprendernos cuando ha sido la tónica habitual durante sus años de mandato, adjudicarse los logros de los demás y obviar los problemas reales a resolver.